“El paquete de medidas anunciado por el Gobierno Nacional en relación al sector agropecuario es nuevamente inconsulto, no contiene beneficio alguno para los productores y no profundiza en los aspectos productivos ni en las razones de los bajos niveles de exportación del país que tanto dicen preocuparles.
Debe quedar claro que una rebaja temporal de unos pocos puntos de retenciones intenta aparecer como un gesto hacia el sector, pero no lo es en la práctica. En la realidad no tiene impacto debido a que frente a una economía con expectativa de devaluación y fuerte inflación no es un aliento liquidar antes de lo que el productor necesite el dinero.
Por otro lado, y como si hiciera falta, recordamos que en el mes de diciembre no existía pandemia alguna en la Argentina y fue cuando el Gobierno Nacional dio el primer zarpazo contra el sector, aumentando las retenciones a la soja y reimponiendo las mismas al trigo y al maíz. Es más, lo hicieron con los cultivos en marcha, sin importarles la rentabilidad que los productores habían proyectado al comienzo de la campaña y, que al final de la misma, sería bien distinta.
La medida que busca acelerar la liquidación de granos por parte del productor con la zanahoria de la rebaja en las retenciones, se da de bruces con la realidad, la devaluación y la inflación de un país que cada día es menos confiable por el cambio sistemático de las reglas del juego.
Los granos que están en manos de los productores son utilizados para mantener el poder adquisitivo y enfrentar los costos de la próxima campaña. Por ello, en el marco de economía sin rumbo y con el peso perdiendo valor todos los días, el productor debe protegerse quedándose con los granos ya que vender hoy le resulta un pésimo negocio, aun con los 3 puntos menos de retenciones establecidos para octubre.
Obviamente, el sector agropecuario no es el culpable de los enormes problemas de la economía nacional. Es más, es uno de los pocos rubros que han dado oxígeno a las cuentas públicas. Por ello, resulta imperioso generar políticas que conlleven la generación genuina de divisas, pero ello sólo será posible a partir de medidas que fomenten la inversión, el empleo, el crédito y la producción, no con acciones restrictivas y confiscatorias o con bombas de humo que no entrañan solución de ningún tipo como las emanadas desde el poder central en las últimas horas”.