Por estas horas cobra fuerza el rumor en ámbitos gubernamentales y medios periodísticos respecto de una decisión del gobierno nacional tendiente a aumentar de manera drástica las retenciones de trigo y maíz, bajo la excusa –siempre hay una a la mano- de la guerra en Europa.
En este sentido, la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER) desea expresar el enérgico rechazo a dicha medida, que no significaría ni más ni menos que un vulgar saqueo al productor y que más allá del aspecto meramente recaudatorio, sólo ha servido a lo largo de la historia para estancar o retraer la producción y detener el desarrollo del país.
Como lo hemos dicho hasta el hartazgo – y la realidad lo ha respaldado -, la suba de retenciones o la implementación de cupos para las exportaciones no provoca reducción en los precios de los alimentos de la mesa de los argentinos.
La vieja y fracasada receta de implementar derechos de exportación ha demostrado con creces sus consecuencias: diezmar la producción y las exportaciones, fulminar mercados, y socavar el ánimo y la capacidad de inversión de los productores, reduciendo drásticamente la superficie sembrada y los volúmenes generados. Sin duda alguna, el camino que se anuncia nada tiene que ver con la generación virtuosa de divisas, la apuesta a la recuperación del empleo, ni a garantizar precios accesibles para los ciudadanos.